Recibimos en el Museo del Médico Rural uno de los primeros ejemplares del libro «Retazos de la Vida de un Médico Rural» escrito por el director del Museo Dr. Josè Manuel Lage.

Como introducción al libro reproduccimos aqui el prólogo de este libro:

PROLOGO

Si yo fuera investigador, trataría de profundizar en el hecho contrastable de que en Maceda, un importante pueblo de Ourense, todos los personajes que ejercieron la medicina, doctorados o no durante un siglo, han sido hijos de esta villa;  este es un dato curioso pues haciendo un repaso somero de la historia, es difícil de encontrar algo semejante en ningún otro lugar de nuestra geografía y me atrevo a dudar que ocurra algo así en cualquier parte del mundo.

Esta historia que vamos a leer, no es más que la vida real sin adornos ni florituras del último de los que podemos catalogar como “Medico Rural”, ya que desde la implantación de los centros de salud y hospitales comarcales esta figura se ha visto un tanto difuminada, ya que son frecuentes los cambios de facultativos que se encargan ahora de la sustitución de estos héroes de la medicina. Sistema que a buen seguro ha conseguido una modernización de la medicina, pero ha perdido ese carácter entrañable y familiar del médico de cabecera en el rural.

Hace unos pocos años, en un lugar tan emblemático no solo para la Villa de Maceda sino para la provincia, incluso me atrevería a decir para Galicia,  como es su medieval Castillo, conocí a este entrañable personaje y a su esposa, cumpliéndose en ellos el dicho cierto de que –detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer-, lo que en este caso como se podrá comprobar se cumple en muchas de las vivencias tan brillantemente relatadas en este volumen.

Quizás pueda pensarse, que en unos pocos años no se puede conocer con profundidad a una persona, pero en mi caso y debido principalmente a mi cercanía con la ejecución de este libro, puedo afirmar sin temor a equivocarme, que salvo su esposa, han de ser muy pocos los que conozcan mejor el carácter, la ética, el espíritu de solidaridad, la profesionalidad y el cariño que ha intercambiado con sus vecinos el protagonista y autor de este libro, que yo mismo.

Esto básicamente es fruto de la lectura casi simultánea de cada una de las páginas  que poco a poco iban saliendo de la pluma de este doctor convertido en escritor de su propia vida, a raíz de su reciente jubilación y que yo tengo el honor de humildemente ilustrar con unos sencillos dibujos.

Una vez inmerso en cada uno de sus relatos, así como  acompañado de las horas de enriquecedora conversación con esta afectuosa pareja, hizo que nuestra amistad fuera cada vez más entrañable, de ahí mi afirmación de conocer bien a este Médico Rural.

Para un joven con su carrera recién acabada, iniciar el desarrollo de su labor en un entorno tan duro como era el de nuestras aldeas en aquel entonces, es evidente que no fue fácil y contribuyó al endureciendo aún más si cabe, de aquella fortaleza juvenil con la que afrontaba el joven doctor Lage aquel reto.

Son muchas las vivencias que se relatan es este libro, desde triviales anécdotas de su infancia, hasta las más dolorosas perdidas de pacientes, así mismo las instructivas conversaciones juveniles con sus predecesores en medicina y farmacia.

También comprobareis en muchos de sus relatos, las enormes dificultades, que día a día iba superando para la realización de su trabajo, dadas las condiciones de la medicina especialmente la rural, en aquellos días de mediados del siglo pasado.

Pero evidentemente no todo fueron penas y dificultades. Este hombre bueno con su indudable sentido del humor, pero con un envidiable respeto por su trabajo y por sus pacientes, nos da a conocer de forma muy gráfica y didáctica, muchas de las divertidas anécdotas vividas en su consulta, así como en las múltiples visitas domiciliarias realizadas por todas las aldeas de su entorno, circulando a cualquier hora del día o dela noche por los inhóspitos caminos de barro, ahora en su mayoría asfaltados.

La generosidad, altruismo y filantropía de este personaje, no acaba con su vida laboral, pues tras su jubilación, no sin problemas burocráticos y económicos, puso en marcha una idea que venía rondándole por su cabeza desde hacía mucho tiempo, y que entonces con el tiempo suficiente consiguió hacer de ella una hermosa realidad.

 La creación de un museo dedicado al Médico Rural, no resulto fácil la tarea, pues en su desarrollo se topó con la incomprensión y la escasez de medios de las distintas administraciones, pero el con su imperturbable tenacidad consiguió lentamente con notable esfuerzo y dedicación, que se comprendiera por parte de todos el inmenso valor social y cultural de esta iniciativa.

 Sin embargo no todo fueron dificultades, pues las donaciones para aquel proyecto, además de las suyas propias cediendo todo su instrumental, también se encargó de recopilar las de sus antecesores y familiares de los mismos, incorporando asimismo las provenientes de médicos jubilados de otras localidades gallegas, que enterándose de tan interesante proyecto no dudaron en aportar su granito de arena, consiguiendo ser a día de hoy con importantes carencias y en constante crecimiento, uno de los museos temáticos más interesantes del mundo.

Este libro no pretende ser un manual ni un tratado de medicina, tampoco es una novela, se trata nada más y nada menos del relato veraz y riguroso, con el necesario toque de humor que da la distancia, de las experiencias vividas por uno de esos héroes, que fueron los últimos médicos rurales.

Paco Ascón